Lamentablemente siempre pensamos de nosotros lo mejor,
jamás se nos ocurre pensar que ni siquiera poseemos una individualidad verdadera.
Lo peor del caso es que nos damos el falso lujo de suponer que cada uno de nosotros goza de plena conciencia y voluntad propia. Dentro de cada uno de nosotros existen muchos, miles de individuos diferentes: sujetos distintos, “yoes” o gentes que se pelean por la supremacía y que no tiene orden o concordancia alguna.
Si fuéramos conscientes, si despertáramos de tantos sueños y fantasías, cuán distinta sería la vida. No obstante, para colmo de nuestro infortunio, las emociones negativas, las auto-consideraciones y amor propio nos fascinan, nos hipnotizan, jamás nos permiten vernos tal cual somos.
Es evidente que jamás lucharíamos por conseguir algo que creemos tener. La fantasía nos hace creer que somos poseedores de la individualidad.
La fantasía es una fuerza real que actúa sobre la humanidad y que mantiene al “humanoide intelectual” en estado de sueño, haciéndole creer que ya es un hombre que posee verdadera individualidad, conciencia despierta, etc.
Hemos nacido con un tres por ciento de esencia libre de “Yoes”. Esta esencia es enviada por el Real Ser Interior con el propósito de auto-conocerse y Auto-realizarse, pero ella no puede desarrollarse por sí misma. Para que la esencia o conciencia pueda desarrollarse, algo nuevo debe ocurrir, algo revolucionario es necesario efectuar. Nos estamos refiriendo al trabajo sobre sí mismos.
Cuando la personalidad y ego quedan pasivos, la conciencia trabaja, y esto ocurre si uno aprende a dividirse entre observador y observado. Si no se produjera esta división, mediante un acto de “recuerdo de sí”, entonces la conciencia libre tampoco puede ayudar en la observación de los “yoes” que aprisionan el otro noventa y siete por ciento de conciencia.
La auto-observación permite comprender, por medio de una auto-experiencia directa, que no somos una persona, sino muchas personas o yoes, percepción que se logra cuando uno aprende a dividirse entre OBSERVADOR Y OBSERVADO.
El Observador es la conciencia libre de yoes, y lo observado es o son las funciones psicológicas: emociones, pensamientos, etc.
Eliminando yoes-defectos, podemos llegar a posiciones elevadas en la escala del SER. Lamentablemente poseemos una gran cantidad de yoes que mienten y además justifican sus mentiras.
Existen dos formas de mentir: mentir a los otros y mentirse a sí mismo, pero estas dos formas están indisolublemente unidas la una a la otra.
¿Qué es mentir? “en el lenguaje corriente, mentir quiere decir deformar, o en ciertos casos disimular la verdad. Esta clase de mentira desempeña un papel importante en la vida”, pero la peor forma de mentira es la que surge de la ignorancia, cuando no sabemos que mentimos. En nuestro actual estado de conciencia (de sueño y de vigilia), no podemos conocer eso que se llama “la verdad” pero podemos simular que la conocemos y eso es mentir.
Para convertirnos en hombres debemos empezar por ahorrarnos las energías que solemos derrochar con las emociones negativas, ya que nos vuelven mentirosos.
La mentira produce una desconexión con las partes superiores del ser. La mentira es una conexión negativa de la mente, es una dislocación o separación de la mente con las partes superiores del ser.
En principio, si queremos acabar con la mentira, debemos observarnos tal cual somos, sin artificios, sin especulaciones intelectuales, sin evasivas de ningún tipo.
Cuando una emoción o pensamiento negativo nos embargue, hay que observar que tipo de agregado psicológico los ha provocado, y después de haberlo observado en acción, debemos someterlo a la técnica de la meditación para comprenderlo y luego eliminarlo.
La impureza de nuestros estados emocionales tiene su causa-raíz en la auto-compasión, en la auto-consideración, en el miedo, los celos, los recelos, la desconfianza, las auto-decepciones, las frustraciones, el aburrimiento, etc., y en general en todas las insinceridades y mentiras con nosotros mismos.
Todos los seres humanos poseemos una idea equivocada de sí mismos, creemos en nuestros méritos, pensamos que somos excelentes personas, creemos que somos conscientes, que tenemos voluntad, continuidad de propósitos, sentido de la responsabilidad moral, etc. Todo esto hace que nuestra vida emocional se fundamente en la auto-simpatía, en la auto-valoración egoica, por lo que de hecho resulta desastrosa, insincera, mentirosa.
Se requiere una profunda sinceridad y también una considerable reorientación de los conceptos que sobre uno mismo se tienen, para comprender estos planteamientos, porque en efecto, son tantas las ilusiones, tantas las formas del orgullo y de las maneras de pensar, que a causa de ello no vemos como es en realidad la situación dentro de nosotros y cuál es nuestra posición frente a la vida.
De ahí la necesidad de luchar a muerte contra la fantasía, si es que no queremos ser víctimas de emociones artificiales y de experiencias falsas, las que además de ponernos en situaciones ridículas, detiene toda posibilidad de desarrollo interior.
V.M. Samael Aun Weor
-Clica en la imagen si deseas escuchar “Cómo Hablaba Zaratustra”-
EL HOMBRE ES UN ENIGMA DEL UNIVERSO TE INVITAMOS A CONOCERLO
La ciencia trascendental de la GNOSIS tiene por piedra angular básica el lema HOMO NOSCETE IPSUM de los antiguos Hierofantes griegos. Te invitamos, amigo investigador, a entrar en el “SANCTA SANCTORUM” del templo de la ciencia pura, donde conocerás los postulados que predicaron y practicaron los jinas solitarios del Asia Central, Iohanes, hierofantes egipcios, pitagóricos, antiguos rosacruces, masones legendarios, etc.
Esta es la doctrina de los caballeros del Temple y su búsqueda del Santo Grial, ésta es la piedra viva de Jacob, el lápiz eléctrix (Magnes) explicado dialécticamente.
Esta es la doctrina que enseñaron secretamente a sus discipulos Budha, Jesús de Nazareth, Hermes Trismegisto, Quetzalcoatl, Cagliostro, Zoroastro, Saint Germain, Kout-Houmi, Moria, Melquisedek, etc..
Esta es una enseñanza cósmica que busca restituir dentro de cada uno de nosotros, la capacidad de vivir consciente e inteligentementemente a través del estudio, comprensión y experimentación del arte, la ciencia, la filosofía y la mística trascendental.
Esta doctrina gnóstica iniciática adquiere en los tiempos contemporáneos una revelación única y accesible a todo tipo de persona, gracias a las obras gnósticas entregadas por el Budha Maitreya, Kalki Avatara de la era de Acuario V.M.
SAMAEL AUN WEOR.
http://www.bibliotecagnostica.net/
http://www.gnosismexico.com/#MAESTROS
“En nuestro actual estado de conciencia (de sueño y de vigilia), no podemos conocer eso que se llama “la verdad” pero podemos simular que la conocemos y eso es mentir.”
SAMAEL AUN WEOR.
He aquí uno de los temas más peliagudos y más discutidos en este foro. Quién miente y quién se supone que habla desde un supuesto “conocimiento” o “experiencia” de algo que comúnmente, hoy en día, llamamos “verdad”.
Es el tema preferido de los lógicos, eruditos, estudiosos, y los “oshodetractores” (hago referencia a Osho porque es con diferencia el más odiado de los grandes maestros, pero podría aplicarse a cualquiera). Demuéstreme usted que dice la verdad……. expliquemela, déjeme tocarla, o al menos no trate de insultar mi inteligencia (que es mucha) hablando de fantasias místicas que sólo buscan confundir a débiles de espiritu y aprovecharse de su credulidad para abusar de ellos.
¿Hay gente que miente?, ¿que dice conocer y es sólo un imitador?, claro…..supongo que si, pero en realidad no lo sé. La verdad es que nunca podremos tener la certeza de si mienten algunos pocos, la mayoría o mienten todos. Esa es la “verdad”, una verdad que contiene en sí misma tres posibles realidades aparentemente contradictorias unas de otras, pero que forman parte del mismo final. Esto tan lógico y que podemos aplicar al concepto de verdad sólo demuestra que utilizando nuestras mentes entrenada a base de proposiciones, silogismos y patrones lógicos, podremos plantear infinitas “verdades”, provistas todas ellas de infinitas y teóricas posibilidades y nunca tendríamos una absoluta certeza, salvo que seamos nosotros mismos los que, de manera individual, seamos juez y parte, y aún así…… quién sabe.
Da igual si nos mienten o no, la “verdad” como mucho sólo puede ser señalada y ninguna señal será la verdad, ni siquiera nuestras señales, en el supuesto de que “conocieramos la verdad”.
Lo que deberíamos ver y juzgar ( si se me permite esta palabra) es si nos estamos mintiendo a nosotros mismos, todo lo demás es irrelevante, creer o no creer, ser discipulo o no, ser maestro, guru, intructor, o ser nada. (que es lo que el razonamiento lógico seguramente o no……… establecería).
Sea cual sea la respuesta, será la verdad
Un saludo y paz para todos